Gran potencial para reducir las emisiones de GEI en la ganadería, FAO
- LUIS FELIPE ARIZA MALAMBO
- 5 oct 2023
- 3 Min. de lectura
De acuerdo con un reciente informe publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la ganadería podrían reducirse en hasta un 30 por ciento si se ampliara la implementación de las mejores prácticas y tecnologías ya existentes. Este informe, titulado "Abordar el cambio climático a través de la ganadería: una evaluación global de las emisiones y las oportunidades de mitigación", representa la estimación más completa realizada hasta la fecha sobre la contribución de la ganadería al calentamiento global y el potencial del sector para abordar este desafío. En términos totales, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) relacionadas con la producción ganadera ascienden a 7,1 gigatoneladas (Gt) de dióxido de carbono equivalente (CO2eq) al año, lo que representa aproximadamente el 14,5 por ciento de todas las emisiones de GEI causadas por actividades humanas. Las fuentes principales de estas emisiones incluyen la producción y procesamiento de alimentos (45 por ciento del total), las emisiones de GEI durante la digestión de las vacas (39 por ciento) y la descomposición del estiércol (10 por ciento). El resto se atribuye al procesamiento y transporte de productos de origen animal. El informe destaca que los productores ganaderos tienen la oportunidad de reducir estas emisiones de manera significativa. Para lograrlo, es necesario adoptar más ampliamente las mejores prácticas y tecnologías disponibles en áreas como la alimentación, la atención sanitaria y la cría del ganado, así como aumentar el uso de tecnologías subutilizadas, como los generadores de biogás y los dispositivos de ahorro de energía. Estos cambios podrían hacer que el sector ganadero sea más eficiente y reduzca el desperdicio de energía en un 30 por ciento. Además, el informe resalta que existe una fuerte correlación entre la eficiencia en el uso de los recursos y la intensidad de las emisiones de GEI en los sistemas de producción ganadera. Esto significa que el potencial para reducir las emisiones radica en la adopción generalizada de las prácticas ya utilizadas por los productores más eficientes.
Lograr esta reducción de emisiones requerirá una combinación de políticas, incentivos y trabajo práctico en el terreno. Esto incluye la promoción de la innovación práctica, la transferencia de conocimientos, el apoyo financiero y la implementación de regulaciones adecuadas. También es fundamental abordar los aspectos críticos de la cadena de producción ganadera mediante un enfoque que considere todo el ciclo de vida, identificando oportunidades claras para reducir las emisiones y facilitar las acciones adecuadas.
Es importante destacar que los incentivos financieros desempeñan un papel clave, ya que el cambio de prácticas puede implicar riesgos y requerir inversiones iniciales significativas. Además, para garantizar la participación de los países en desarrollo, donde se encuentra gran parte del potencial de mitigación del sector ganadero, es necesario abordar tanto los objetivos de mitigación como los objetivos de desarrollo. Esto incluye la implementación de medidas de mitigación a nivel nacional específicas para el sector ganadero.
En resumen, el informe enfatiza la importancia de los esfuerzos internacionales para fortalecer los compromisos de mitigación, tanto dentro como fuera de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), y para proporcionar incentivos adicionales para reducir las emisiones en el sector ganadero. También destaca la necesidad de una colaboración amplia y diversa entre todas las partes interesadas, incluyendo el sector público y privado, la sociedad civil, la investigación académica y las organizaciones internacionales, para implementar soluciones efectivas que aborden la complejidad del sector ganadero.
Con el propósito de promover el desarrollo sostenible del sector ganadero, la FAO se ha comprometido a colaborar con diversas partes interesadas, como el sector público y privado, los productores, los investigadores, la sociedad civil, las ONG y las organizaciones intergubernamentales, para establecer una Agenda de Acción Global. Esta agenda se centra en áreas prioritarias donde la mejora de las prácticas puede generar beneficios significativos, como la promoción de prácticas más eficientes.

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